Amores perros: quién me quiera a mi tiene que querer a mi perro

Compartir en:
fjrigjwwe9r1_articulos:cuerpo
No existe dueño de mascota que no haya dicho alguna vez esa frase. Y seguro que si los animales pudieran hablar, también tendrían mucho que opinar respecto a las parejas de sus amos. Perros, dueños… y viceversa. Ha llegado el momento de mezclarlos y comprobar las combinaciones resultantes en un programa donde el amor se capta al primer ladrido.

Este 15 de noviembre llega a Cuatro Amores perros, producido por la cadena en colaboración con Producciones Mandarina, donde cada semana se ofrecerá al espectador una historia autoconclusiva de búsqueda de un compañero ideal de juegos y correrías para el cuadrúpedo protagonista… Y quizá también para el bípedo. Amor, cariño, risas y, sobre todo, devoción por los perros.

Amores perros profundiza en una realidad que vemos cada día en parques y calles: dueños de perros cruzando sus vidas gracias a sus mascotas. Algunas de estas historias no pasan de una simple relación de conocidos, otras se convierten en grandes amistades y en algunas la afinidad termina transformándose en amor.

¿Cómo se fraguan esas relaciones? ¿Cuánto marca un perro y la particular manera que cada dueño tiene de criarle a la hora de conocer a otras personas? ¿Se puede tener feeling con alguien cuando las mascotas no se soportan? ¿Y al contrario, si las mascotas se convierten en inseparables, pero los dueños son como agua y aceite?

Pasos a seguir para la conquista

El programa se centrará cada semana en la particular historia de un perro y su dueño. Solteros que saben que el amor de su vida es su mascota, madres y padres que consideran a su perro un hijo más, perros de campo que son pieza fundamental en el engranaje del trabajo diario, mascotas que viven a cuerpo de rey, pequeños cachorros sin raza ni pedigrí adoptados de centros de recuperación animal o hinchas de un equipo de futbol cuya pasión es incluso compartida por su animal de compañía.

El dueño se encargará de hacer las presentaciones, tanto la propia como la de su perro. Descubriremos su entorno, sus condiciones de vida y sobre todo la relación tan especial que les une a través de un emotivo álbum de fotos. De su mano conoceremos las razones y motivaciones para participar en el programa.

Tras conocer a la pareja protagonista, el equipo del programa propondrá al protagonista (humano) de la semana un variopinto grupo de candidatos (perrunos) para que seleccione a dos y vivir con ellos unas jornadas de juego y diversión. En esta fase de selección, el dueño no estará solo. Una persona de su entorno, que entiende y comprende la relación tan especial que existe entre los dos protagonistas del programa, ejercerá de asesor para guiarle, calmarle en sus inquietudes y compartir confidencias.  

La última palabra o ladrido

A propuesta del primer candidato seleccionado, dueño y mascota acudirán hasta el lugar elegido para disfrutar de una jornada de convivencia a dos niveles: por un lado, los perros interactuarán haciendo lo que mejor saben hacer: saltar, jugar, correr…. Y por otro, los humanos descubrirán si entre ellos existen afinidades más allá de la devoción por sus mascotas o si son polos opuestos.

La cita no terminará con la caída del sol. Los perros convivirán bajo el techo del primer candidato, pero eso sí, bajo las estrictas normas que deje el dueño, que se enfrenta a horas de incertidumbres y soledad sin su mascota cerca. El mismo procedimiento se repetirá con el otro candidato.

Nuevas habilidades, otras experiencias vitales para dueños y animales, y una jornada de separación. Las cámaras del programa registrarán por separado el transcurrir de esa jornada del uno sin el otro, y a su debido momento, el dueño de la mascota descubrirá si la convivencia del animal con los candidatos ha estado a la altura de sus exigencias. 

Un idílico entorno ambientado especialmente para la ocasión servirá de marco para la elección final. Perro, dueño y asesor se reencontrarán con sus dos “citas” a la espera de conocer finalmente si ha habido algún tipo de conexión entre humanos y/o animales y si aquellas incipientes historias de amistad amplían su círculo de dos a cuatro miembros. El visionado de las horas en las que su perro quedó al cuidado de otra persona, y el cumplimiento (o no) de las reglas pactadas serán clave para la decisión final.
Compartir en: