Bustamante contra Paula en ¡Hola! y el negocio de la hija de Terelu

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"La entrevista que lo cambia todo", así titula ¡Hola! la exclusiva de David Bustamante. Y no es para menos. Se trata de trece páginas de declaraciones en las que el cantante, previo pago de 120.000 euros según dicen, abre las puertas de su casa, su espacio más íntimo, y habla sin tapujos de su ya ex, Paula Echevarría, de la hija que tienen en común o de las mujeres que vendrán.

David Bustamante asegura que cuenta con el beneplácito de la actriz, de hecho afirma que la ha consultado sobre la exclusiva. 

Bustamante no se corta y responde a todo. Desde frases cursis muy suyas del tipo a "No se puede querer más y mejor de lo que nos hemos querido", "Soy amante del amor" o "Los años son asesinos del amor", hasta quejas sinceras sobre cómo le está afectando profesionalmente la ruptura: "La imagen que se ha dado de mí es totalmente negativa… He perdido dos contratos de publicidad".

"Cuando se ha querido tanto y tan bien, llega un momento en que menos de eso no es suficiente", indica al mismo tiempo que asegura que ha habido terceras personas ni vidas desordenadas. "Simplemente nos cansamos. Se acabó y punto… Se apagó la llama", concluye. 

Aclara tajante quién dio el paso de separarse: "Fui yo la persona que no se sentía conforme… A mí no me han echado de casa" y admite que "suena feo decir ya no quiero ser tu pareja… pero es porque ya no sentía lo mismo".

En la entrevista David también puntualiza asuntos relativos a su casa o a la custodia de su hija, que seguirá en manos de Paula: "Creo que es inteligente por mi parte dejársela a la madre", afirma el cantante, que trata de maquillar el acuerdo que firmaron hace un lustro aclarando que "será lo que la niña quiera". En las trece páginas también anuncia la casa de Villafranca en la que actualmente reside su expareja.

A la pregunta de si le sentó mal que su hija Daniella luciese una camiseta del Málaga, regalo del nuevo novio de Paula, David responde: "Creo que por su parte (de la actriz, se supone) fue un gesto un poco desafortunado".

Una página después de que Bustamante haga oficial el divorcio de la pareja, vemos en ¡Hola! las primeras imágenes de Paula y Miguel Torres en las que se aprecia contacto carnal. Si la semana pasada se intuían besos al aire, ésta ya caminan de la mano. 

No en una cita, sino hasta en tres ocasiones han sido fotografiados en los últimos días, y es que asegura la revista que la pareja exprime cada momento que pasan juntos. "Ya no se esconden", dice la publicación mientras publica una foto de la actriz y el futbolista saliendo de un restaurante en cuya puerta les espera una docena de fotógrafos.

En ¡Hola! también se muestra en exclusiva las primeras imágenes de Miguel, el hijo mayor de Julio Iglesias y Miranda Rignsburger, que ya es mayor de edad y, dicen las malas lenguas,  (que no la revista), se lleva regular con su padre.

Se trata de una serie de fotos en las que conocemos a su novia, una guapa rubia de origen ruso con la que sale desde hace un año y medio. Lo más curioso del reportaje es que la vida de este joven parece un calco de la de su hermano mayor, Enrique Iglesias, el otro famoso de la familia.

Además de su evidente parecido físico, acentuado por la forma de vestir copiada de la del cantante Miguel se también quiere dedicarse a la música. Además su novia, Danielle Obolevitch, se dedica al tenis, aunque no de manera profesional, como en su día Anna Kournikova

Gustavo González aparece de una manera muy variopinta en la portada de Diez Minutos. El fotógrafo sale retratado en bañador ajustado, pecho fofo al descubierto, chanclas de suela de bambú, toalla verde fluorescente al hombro, mochila a la espalda y gafas de nadador a modo de diadema. 

La respuesta está en su interior. Gustavo González está intentando vender su casa de la playa y por eso protagoniza un reportaje tipo Idealista en el que no falta una foto suya en el balcón junto a un cartel con el teléfono de la inmobiliaria y varias imágenes del interior de la vivienda.

Alejandra Rubio Borrego se pasea por las revistas de los miércoles con la misma naturalidad que su madre o su abuela. La hija de Terelu cumplió 18 años hace menos de una semana y su cara ya no tiene que ser pixelada, algo que, según parece, le gusta. 


De hecho ha conseguido eclipsar al resto de su familia en el balcón de las procesiones malagueñas.  Alejandra, que parece estar dispuesta a convertirse en influenzer, presume de novio. Se llama Álbaro Cano, y se hace llamar DJ Lobo.

Lo que es realmente noticia es que Lecturas hable bien de ella ya que la publicación suele tener cierta inquina con Las Campos. Dicen de la joven en la revista que "ha heredado la belleza de su madre y la desenvoltura de su abuela ante las cámaras". 

La madre de Sofía Suescun sufre fibromialgia, como María José Campanario, y cuenta en exclusiva en Lecturas intimidades que deberían seguir siéndolo: "Me intenté suicidar pero mis perros sacaron mi cuerpo de la vía del tren con el hocico".

También arremete contra Alejandro Albalá: "Viene a mi casa, se tumba y no participa, quiere que mi hija le lleve el zumo a la cama. Es más agarrado que yo. Es un Cazafamosas". 

La protagonista de la portada de Lecturas, sin embargo, es Laura Matamoros que posa al estilo Demi Moore. La hija de Kiko se apunta a todo un clásico de las mujeres embarazadas en la recta final: mostrar su barriga. 

En Semana, Paz Padilla sonríe. La presentadora de televisión y humorista habla de historia de superación, de una infancia humilde al éxito. Ha pasado de acudir en su infancia a Cáritas para comer a triunfar a sus 48 años como empresaria, presentadora y actriz. Se encuentra en su mejor momento, tanto personal como profesional.
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