CBS despide a su director ejecutivo, una de las voces a favor de #MeToo

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La cadena estadounidense CBS y su director ejecutivo, Leslie Moonves, alcanzaron un acuerdo para que este último abandone la compañía tras haber sido acusado de acoso sexual por una docena de mujeres que en los últimos meses dieron a conocer sus historias en la revista The New Yorker.

La propia empresa emitió un comunicado anunciando el acuerdo con el directivo y anunciando el nombre del que será su sucesor en el cargo, Joseph Ianniello, pocas horas después de que la publicación neoyorquina colgara en su página web un artículo en el que seis nuevas mujeres acusaban a Moonves de haberse propasado con ellas.

La cadena informó de que tanto el directivo como la propia empresa donarán 20 millones de dólares a “una o más organizaciones que apoyen al movimiento #MeTooasí como la igualdad de las mujeres en su lugar de trabajo”.

La situación de Moonves, que llevaba trabajando para CBS 24 años, se había vuelto prácticamente insostenible después de que, a finales del pasado mes de julio, media docena de mujeres denunciaran los acosos que habían sufrido por parte del directivo en un artículo también publicado por The New Yorker.

Comenzó entonces una investigación interna por parte de la compañía, que al mismo tiempo empezó a pactar con Moonves su posible salida, una negociación que finalmente se precipitó este domingo tras ver la luz la nueva batería de acusaciones.

En este segundo artículo firmado por Ronan Farrow, que también sacó a la luz pública las pasadas denuncias, se asegura que Moonves asaltó o acosó a estas seis mujeres entre los años 1980 y 2000.

Moonves, quien se convirtió en una de las voces a favor del movimiento #MeToo, surgido a raíz de las denuncias el año pasado contra el productor de Hollywood, Harvey Weinstein, reconoció a la revista haber mantenido relaciones con tres de ellas, pero aseguró que estas habían sido consensuadas.

Esta versión contradice a las de las presuntas víctimas, que argumentan, entre otras acusaciones, haber sido obligadas por Moonves a practicarle sexo oral o haber sido testigos de cómo este se exhibía ante ellas. Sus versiones, además, hablan incluso del uso de violencia física o de haber sufrido represalias que afectaron a sus carreras profesionales.
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