Hay que procurar siempre el interés superior del menor. (Foto: Pexels)

La custodia compartida continúa su crecimiento en España

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El estudio anual del Instituto Nacional de Estadística ha confirmado que la custodia compartida es una decisión cada vez más extendida en la sociedad española. Si bien es cierto que la opción monoparental sigue siendo la primera, 16.636 separaciones con hijos menores se resolvieron por este régimen de guarda y custodia en 2018, 7.604 casos más que en 2013.

Esta pronunciada evolución en apenas un lustro obedece a una serie de motivos. Un gran porcentaje de culpa se le ha de atribuir al Tribunal Supremo, que en sentencias como la del 29 de abril de 2013 explica que “el sistema de custodia compartida debe considerarse normal, incluso deseable, y no excepcional”.

Esta idea que “permite que sea efectivo el derecho que los hijos tienen a relacionarse con ambos progenitores, aun en situaciones de crisis”. No obstante, los padres deberían tener en cuenta una serie de factores antes de elegir qué opción es la más beneficiosa para su caso particular.

Aspectos a tener en cuenta

El abogado Kenari Orbe es un gran conocedor del derecho familiar y explica que “se debe procurar no cambiar el día a día del niño, trastocando lo mínimo su rutina y procurando no cambiar su domicilio, guardería o colegio”. 

De igual modo, recomienda “mantener al margen de los niños las discusiones, conflictos o comentarios sobre aspectos legale del divorcio que se pudieran tener”. A fin de cuentas el objetivo es que “a pesar de estar separados, ambos padres sigan implicados en la vida de los descendientes”.

Finalmente, este especialista también resalta la edad del niño como un punto importante. “Hasta los 5 o 6 años, aunque se piense que los niños no se percatan de la situación de sus padres, pueden llegar a sentir la ausencia de uno de sus padres y pensar que la culpa de que se hayan separado es suya”, una tendencia que cambia más adelante cuando ya son conscientes de todo lo que ocurre.

No siempre es la mejor opción

Se debe tener en cuenta que la guarda y custodia compartida no está pensada para que prime la igualdad entre ambos progenitores, sino que la única finalidad que persigue es que se haga efectiva la mejor forma de procurar el interés superior del menor. Un concepto que adquiere mucha importancia en las disputas interparentales.

Esta expresión engloba aquellas acciones y procesos que, como explica Kenari Orbe, “tienen la finalidad de garantizar un desarrollo integral y una vida digna que en condiciones materiales y afectivas les permita tener el máximo bienestar posible”.

Por lo tanto, habrá que ver en cada caso concreto qué es lo mejor para que esto último se logre y se alcance el bienestar del menor. Asimismo, conviene revisar cuál es la situación personal y económica que tienen la madre y el padre. Vistos todos los factores, se tomará una decisión porque “siempre debe primar el interés del menor por encima del de sus progenitores”.

Independientemente de cuál sea esta decisión final, es una evidencia que la custodia compartida es una tendencia al alza en la geografía nacional. El 33,88% de casos en el año 2018 se resolvieron por este método, con un crecimiento respecto al año 2013 del 25.95%.

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