Donald Trump, obsesionado con topos en la Casa Blanca y plan de Barack Obama

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Donald Trump está obsesionado con lo que considera que son filtraciones continuas a los medios desde la Casa Blanca. Está convencido de que existe un ambiente hostil y de que Barack Obama está azuzando este clima de resistencia y contestación. No oculta también su frustración por caer en picado en las encuestas y el clima de críticas generales como reflejó la gala de los Oscar.



En este marco de acontecimientos, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, ordenó revisar los teléfonos móviles (celulares) de empleados de la residencia presidencial.

Según la cadena CNN, Spicer convocó a los empleados en su oficina para trasmitirles su frustración por las filtraciones que se produjeron desde que Donald Trump llegó al poder el pasado 20 de enero. Según Político, los trabajadores fueron convocados a una "reunión de emergencia" Tuvieron que dejar sus teléfonos en una mesa para una revisión.

Sean Spicer, según la CNN, advirtió que el uso de aplicaciones de texto codificado, como Signal o Confide, supone una violación de la ley.  Sean Spicer, acompañado del abogado de la Casa Blanca, Don McGahn, exigió acceder a los teléfonos de trabajo y los teléfonos personales.
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