Downton Abbey, una película que acierta con el grandioso final

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Entre 2010 y 2015 la serie de televisión Downton Abbey se destacó en la oferta televisiva por su calidad y consiguió abrirse un hueco en las preferencias de los espectadores. Era televisión de calidad, y aunque su tema y propuesta no eran tan novedosas como algunos de sus fans incondicionales pretenden, no era nada nuevo sin duda merecía estar siempre citada entre las producciones de mayor calidad de la pequeña pantalla.



Tras su final en televisión en diciembre de 2015, la mítica serie británica Downton Abbey da el salto a los cines con un largometraje en el que se mantiene la esencia que convirtió a esta ficción en un éxito mundial.

En el largometraje, ambientado a principios del siglo XX, el castillo de la icónica familia Crawley recibe a unos invitados muy especiales: los reyes de Inglaterra, Jorge V, y su consorte, María de Teck.

La visita, que está inspirada en un viaje que los monarcas hicieron a Wentworth House en 1912, revoluciona la vida de todos los habitantes de la majestuosa residencia del condado inglés de Yorkshire, tanto a la familia de aristócratas como a la servidumbre.

El año no dejará de ser fundamental, ya que la película se acercará a los tiempos de la Gran Depresión y ya veremos en la película como la situación económica ha empezado a afectar a los Crawley, que habrán tenido que despedir a muchos de sus sirvientes.

La cinta es una oportunidad para los fans de la serie de ver la evolución de unos personajes que enamoraron en la pequeña pantalla y disfrutar de los nuevos actores que se incorporan al elenco, como es el caso de la nominada al Oscar, Imelda Staunton, y las actrices Kate Phillips y Tuppence Middleton.

La ambientación y el mimo a los detalles fueron dos de los aspectos que más alabó la crítica desde su estreno en 2010, algo que se mantiene en el largometraje, junto con la excelente fotografía a cargo de Ben Smithard.
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