El hijo. ¿Qué pasaría si Superman se convirtiera en una terrible amenaza?

Compartir en:
fjrigjwwe9r1_articulos:cuerpo
El cómic de los años ochenta trajo, con The Dark Knight de Frank Miller y especialmente Watchmen del tándem Alan Moore y Dave Gibbons, una mirada diferente del superhéroe. Fue ahí cuando se empezó a preguntar cuál es el límite entre el bien y el mal.



Estas obras generaron multitud de réplicas, la mayoría simples calcos, pero al mismo tiempo ofrecieron visiones alternativas de los superhéroes clásicos e incluso, en los últimos años, se ha editado el videojuego Injustice que parte de una premisa más que atractiva: ¿Qué ocurriría si Superman decidiera controlar el planeta Tierra?

De esta forma surge El hijo. Tori y Kyle son una pareja que ha buscado desesperadamente tener descendencia sin poder lograrlo, pero todo cambia cuando una nave espacial se estrella en su granero. Dentro del artefacto espacial, la pareja encuentran a un bebé a quien ponen de nombre Brandon Brayer.

La película El hijo fue escrita por Brian Gunn y Mark Gunn, primos de James Gunn (Guardianes de la Galaxia) quien a su vez es productor. Si de por sí el concepto de un Superman malvado era llamativo, que James Gunn regresara, de cierta forma a sus raíces de cine serie B (Slither) convertía a Brightburn en un must para los fans de los superhéroes, del terror y de Gunn. Sin embargo, la película parece tratar de complacer a todos estos fans por igual y nunca termina por definirse.

Para tener un malvado Superman debemos conocer sus orígenes, ¿qué lo hace ser malo? ¿quién le hace daño? Pero el problema es que resulta ser un niño muy volátil, uno que luego de sólo un evento ya se convierte en un ser lleno de ira y maldad. Naturalmente David Yarovesky no buscaba que el público empatizada con el monstruo, pero el origen de la maldad de Brandon nos pedía creer en ella desde el primer minuto. 

Elizabeth Banks, David Denman y Jackson A. Dunn son el trio protagonista, el resto de los personajes están un poco al servicio de la historia, y la química entre ellos sostiene el relato de principio a fin. Destacable es el papel de Elizabeth Banks que es capaz de pasar de la felicidad al terror en apenas unas secuencias.
Compartir en: