El mal carácter de Georgina Rodríguez provocó una lluvia de críticas

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Georgina Rodríguez ya está en Rusia para animar a su pareja, Cristiano Ronaldo. Después de celebrar el cumpleaños de Cristiano Jr., el pasado 17 de junio, la modelo puso rumbo a Moscú para animar a CR 7 que se está convirtiendo en una de las estrellas del Mundial

Y como no pudo estar en el partido de debut ante España, Georgina Rodríguez provechó el segundo partido de Portugal en esta Copa del Mundo, ante Marruecos, para animar al delantero ruso desde la grada. Y lo hizo como una aficionada más. 

Vestida con la camiseta del 7 de Portugal y con la bandera lusa, la española estaba especialmente feliz. Tanto que no le importó enseñar los brackets que durante tanto tiempo se ha empeñado en ocultar. Pero algo más llamó la atención: un enorme pedrusco. 


El anillo de compromiso que le dio el futbolista a la modelo está cubierto con diamantes y en el centro tiene uno de mayor tamaño en forma circular. Georgina se los presumió a sus amigas que se quedaron con la boca abierta al ver la joya que Cristiano puso en su mano.

Tal vez eso era lo que le estaba contando a su acompañante que la miraba atónita e incrédula. Y más después de escuchar a la madre del futbolista, Dolores Aveiro, que no hace mucho ponía en duda la boda de su hijo con la modelo.

Aunque es uno de los mejores momentos para la pareja, lo cierto es que Georgina ha mostrado su mal carácter en Instagram. A sus seguidores no les ha gustado una fotografía que ha publicado en la red social. En ella aparecía en chándal, zapatillas y haciendo turismo.

No se ha quedado callada y ha dado réplica a todos esos comentarios críticos con su look sporty para poder patear bien a gusto las calles de Moscú. Lo ha hecho con un texto en sus stories que ha dado en las narices a esas voces discordantes.

"Obviamente, si voy a patear Moscú de punta a punta, no voy a ir vestida de lookazo ni taconazo ni pitillo vaquero ni en sedas… Aunque en mi maleta llevo 8 'looks' preciosos", comenzó.

"Hay que ser realista y depende de la ocasión. Soy una mujer práctica, como todas vosotras. Si dejáramos de criticarnos tanto entre mujeres el mundo iría mejor. Pero somos muchas veces nuestro peor enemigo. Juntas somos más fuertes", continúa, llamando a la unidad de las mujeres en vez de a la crítica.

Lo mejor vino al final: "Y bien cómoda que voy en chándal, chicas. Muchas de vosotras no podréis ponerlo, porque seguramente estaréis más blandas que el pan Bimbo".
 
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