Malasaña 32, una historia cotidiana de terror de la España de los 70. (Foto: Warner Bros. España)

Malasaña 32, el terror de España con una desconocida historia real

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Siguiendo la estela de Paco Plaza, y con tintes que recuerdan a Insidious, Albert Pintó presenta la película Malasaña 32, que bebe claramente de Verónica en su intento por realizar el retrato de una época. La diferencia con el film es que no pretende ir mucho más allá de la imitación sin complicaciones, con una historia de fantasmas clásica, pero que sorprende. 



La historia comienza en 1972 pero pronto nos traslada a 1976, cuando una familia se muda del campo a Madrid, a pleno centro, en un piso enorme y precioso que lleva años sin ser habitado. Está en la calle Malasaña 32 y la familia ha salido del pueblo sin tener más remedio, invirtiendo todo en la casa y con una hipoteca sobre sus cabezas.

Pronto los sucesos misteriosos empiezan a suceder y una presencia comienza a acosar a la familia, aterrorizando sobre todo al hijo pequeño, Rafael, y a la mayor, Amparo. La familia corre un peligro mayor del que creen. Hay algo que la familia Olmedo no sabe: en la casa que han comprado, no están solos.

El director, con Malasaña 32, consigue incorporar el miedo en los huesos de los espectadores.  El horror que se encierra en las cosas que hacemos a diario en casa, todo ello adornado con la atmósfera de los años 70, que en España tienen un poderoso significado histórico y social.

Uno de los elementos que más llama la atención de la producción es el hecho de que esté inspirada en hechos reales, con elementos predominantemente sobrenaturales. Los guionistas de la película investigaron los casos reales que se habían producido en España durante la época de la transición para plasmarlos en el guion de Malasaña 32. Es por ello que el terror de esta cinta se basa en gran medida en los miedos primarios, miedos comunes que cualquier persona podría llegar a tener. 

La dirección de actores es otro factor que juega en favor de la película, incluyendo a los actores más jóvenes, los televisivos Begoña Vargas (Alta mar), Sergio Castellanos (La peste) e incluso el pequeño debutante Iván Renedo

También hay que recordar que la película tiene un plus, cuenta con un apartado importante de humor. La misma elección de Javier Botet o la aparición de Concha Velasco dan ese toque impersonal que la cinta necesita. 

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