De La maldición de Hill House a Al borde de la realidad, el terror de Netflix

El éxito de La Maldición de Hill House, una de las mejores series de 2018, no ha pasado desapercibido. Se ha convertido en uno de los fenómenos televisivos imprescindibles del otoño y ha sido toda una sorpresa. Como curiosidad cabe reseñar que la serie se estrenó en el mismo fin de semana que Castle Rock, inspirada en historias y personajes del prolífico y siempre popular Stephen King.

Puede que en ello influya, además de la calidad, las estrategias de lanzamiento y de productos complementarios que posibilita una plataforma online como Netflix. La maldición de Hill House vio la luz en octubre, el mes de Halloween, junto a otra propuestas como Las escalofriantes aventuras de Sabrina.

Ahora Netflix ha querido seguir centrándose en el terror y en Halloween con el estreno de Al borde de la realidad (Haunted), una nueva serie documental de terror que dará algún que otra pesadilla.

La ficción gira en torno a personas que cuentan sus experiencias con el mundo de lo paranormal mientras podemos recreaciones de estas historias terroríficas. Desde la visión de una fantasma mujer ahorcada en un armario hasta visiones sobrenaturales de lo que parece ser una inquietante operación quirúrgica extraterrestre.

Así, un hombre, sentando en un butaca y acompañado de familiares y amigos, comienza a contar un testimonio de su infancia. Hijo mayor de una familia humilde y de unos padres distantes, con solo cinco años presenció cómo un hombre mataba a hachazos a varias personas en un parking. 

Todas las noches y durante más de seis años, las puertas del armario de su cuarto se abren y aparece el cadáver de una mujer ahorcada, que se descuelga y lo persigue hasta los pies de su cama. Esta es solo una historia de las que presenta Al borde de la realidad. 

Al borde de la realidad la componen seis episodios de no más de media hora en que se encuentran visiones sobrenaturales con posesiones demoníacas y padres asesinos en serie. Lo que los une es el elemento sentimental: la persona que sufrió esas experiencias se encarga de contárselas tanto a la audiencia como a sus familiares y amigos.