Manhattan sin salida, corrupción policial con el atractivo de Black Panther
Los Vengadores han sentado precedente. Y también sus directores. Sus proyectos suelen ser sinónimos de éxito. Ahora, aunque ellos no dirigen como tal la cinta, están involucrados en ella. Llega a los cines Manhattan sin salida. En ella trabaja uno de sus actores enfundados en mallas de superhéroe, Chadwick Boseman (Pantera Negra) con quien ya trabajaron en Avengers: Endgame.
Manhattan sin salida hace referencia al estado de clausura al que se somete a la isla de Manhattan para poder atrapar a los artífices del asesinato de múltiples policías. 21 bridges es el título original ya que para poder cerrar a cal y canto uno de los boroughs de Nueva York hay que cortar 21 puentes o túneles.
El film trata de un robo con sabor a traición. Como es habitual en el policial negro, la policía es parte del asunto. La trama comienza en la medianoche en las inmediaciones de un bar en Brooklyn. El bar ya ha cerrado y lo primero que el espectador se pregunta es que buscan esos dos tipos en un lugar tan alejado. La respuesta llega de inmediato. Allí funciona un puesto de distribución de cocaína.
Los dos ladrones que entran a robar nunca pensaron que la cantidad de droga que iban a encontrar allí respondía a un lugar de distribución mayorista. Ellos, simplemente, pretendían cobrarse una vieja deuda. Lo raro es que el lugar se encuentra cerrado y sin custodia. Pero antes que logren llevarse un gramo, la policía llega al lugar.
El retrato que Kirk efectúa de los cuatro personajes principales lleva grabado en piedra el sello del cliché. Uno de los delincuentes es malo malísimo, de gatillo fácil, sanguinario. Ese tipo de sujetos arrollados por sus propios actos, incapaces de parar. Terminan deslizándose por una pendiente aniquiladora. Su compañero de fechorías es el reverso de la moneda. Tan perdido luce, que pareciera haber salido de excursión en lugar de a perpetrar un atraco a mano armada.
El director irlandés Brian Kirk, con mucha experiencia en realizar series de TV como Juego de Tronos, Penny Dreadful, Luther, Dexter o los Tudor lleva con mucho virtuosismo las escenas de acción, que sin bajar el pulso nos conduce a un electrizante desenlace.
Destaca el actor principal Chadwick Boseman (Black Panther), no esta a la altura su compañera interpretada por Sienna Miller, correcta pero no da la talla para este personaje. Taylor Kitsch y Stephan James están sobresalientes. Y en menores papeles tenemos al gran J.K. Simmons y Keith David.
Manhattan sin salida hace referencia al estado de clausura al que se somete a la isla de Manhattan para poder atrapar a los artífices del asesinato de múltiples policías. 21 bridges es el título original ya que para poder cerrar a cal y canto uno de los boroughs de Nueva York hay que cortar 21 puentes o túneles.
El film trata de un robo con sabor a traición. Como es habitual en el policial negro, la policía es parte del asunto. La trama comienza en la medianoche en las inmediaciones de un bar en Brooklyn. El bar ya ha cerrado y lo primero que el espectador se pregunta es que buscan esos dos tipos en un lugar tan alejado. La respuesta llega de inmediato. Allí funciona un puesto de distribución de cocaína.
Los dos ladrones que entran a robar nunca pensaron que la cantidad de droga que iban a encontrar allí respondía a un lugar de distribución mayorista. Ellos, simplemente, pretendían cobrarse una vieja deuda. Lo raro es que el lugar se encuentra cerrado y sin custodia. Pero antes que logren llevarse un gramo, la policía llega al lugar.
El retrato que Kirk efectúa de los cuatro personajes principales lleva grabado en piedra el sello del cliché. Uno de los delincuentes es malo malísimo, de gatillo fácil, sanguinario. Ese tipo de sujetos arrollados por sus propios actos, incapaces de parar. Terminan deslizándose por una pendiente aniquiladora. Su compañero de fechorías es el reverso de la moneda. Tan perdido luce, que pareciera haber salido de excursión en lugar de a perpetrar un atraco a mano armada.
El director irlandés Brian Kirk, con mucha experiencia en realizar series de TV como Juego de Tronos, Penny Dreadful, Luther, Dexter o los Tudor lleva con mucho virtuosismo las escenas de acción, que sin bajar el pulso nos conduce a un electrizante desenlace.
Destaca el actor principal Chadwick Boseman (Black Panther), no esta a la altura su compañera interpretada por Sienna Miller, correcta pero no da la talla para este personaje. Taylor Kitsch y Stephan James están sobresalientes. Y en menores papeles tenemos al gran J.K. Simmons y Keith David.
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