Marisa Paredes, la noche de brillo de la musa de Pedro Almodóvar

Compartir en:
fjrigjwwe9r1_articulos:cuerpo
Si hay alguien que ha sabido ser protagonista necesaria en esta gala de los Premios Goya esa es Marisa Paredes. La intérprete madrileña se lleva el galardón más importante para cualquier actor o actriz. El Goya de Honor por su trayectoria profesional. 

Intérprete en más de 75 películas, Marisa Paredes es recordada por sus apariciones en filmes como La vida es bella (1997), de Roberto Benigni. También se la recuerda por las películas que rodó con Pedro Almodóvar, como por ejemplo Todo sobre mi madre (1999) y La piel que habito (2011).

“He entregado mi vida a esta profesión”, recordó en más de una ocasión Marisa Paredes que no tuvo fácil convertirse en actriz mientras aseguraba que aún le quedan “muchas cosas por hacer y aprender”. Además de Almodóvar y Benigni, en su carrera trabajó con directores como Arturo Ripstein, Jaime de Armiñán, Fernando Fernán Gómez, Jaime Chávarri, José Luis Borau, Fernando Trueba, Guillermo del Toro... 

Una dilatada y sólida trayectoria que incluye teatro, televisión y casi ochenta películas. Comenzó en los años sesenta, participó en los ya míticos Estudio 1 y, pese a etapas tan interesantes como las vividas con Fernando Fernán Gómez y Antonio Isasi, su verdadero lanzamiento nacional e internacional le vino en los noventa como musa de Pedro Almodóvar.

"Estoy muy agradecida a la Academia que me ha otorgado el honor de este premio. Desde pequeña tuve claro qué podía proporcionarme este mundo, la posibilidad de hacerme mucho más interesante la vida, de hacer que tuviera unos valores y de mostrarme algo que no era lo habitual. Podía ser portera, reina, espía... y toda esa magia de la transformación me atraía, sabía que eso era lo que quería hacer. Imaginaba que la vida dentro del teatro tendría otro color, pero también era una forma de escapar de una realidad muy dura, una forma de huir de ella", se mostró emocionada y agradecida.

Cabe recordar que el jurado destacó de la intérprete su “prolífica y prolongada carrera”, que “mantiene con absoluto vigor, apostando en numerosos trabajos por proyectos cinematográficos nacionales e internacionales definidos por el riesgo y el prestigio”.

Marisa Paredes fue presidenta de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España entre 2000 y 2003. Entre sus galardones se cuentan el Premio Nacional de Cinematografía, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes o la Gran Medalla Vermeil de la Villa de París, así como premios cinematográficos en certámenes internacionales, como el de Karlovy Vary, Taormina, Gijón o Málaga. Ahora, en su estantería ocupa un lugar señalado el Goya de Honor. 




 
Compartir en: