Martin Scorsese y Netflix, una relación "incómoda" con The Irishman

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Martin Scorsese es consciente de la revolución digital. El director llamó a defender el formato clásico del cine, proyectado en una gran pantalla y visto en compañía, en un momento en el que, ante la revolución tecnológica y la irrupción de plataformas como Netflix o Amazon, ese arte de más de cien años "no sabe a dónde va".

De la misma manera que hay quien prefiere pedir comida a domicilio y quien opta por seguir acudiendo a un restaurante, hay un público que, como él, se decanta por disfrutar de la "experiencia teatral" que conlleva el cine, "cuestión clave" que es necesario proteger para salvaguardar su futuro.

Scorsese se expresó así en una rueda de prensa en Oviedo, a donde llegó el pasado domingo para recibir de Felipe VI el premio Princesa de Asturias de las Artes, tomando así el relevo de colegas como Woody Allen o Francis Ford Coppola.

También tuvo palabras para Donald Trump, del que dijo que no comprende su política migratoria. "Si esa política migratoria hubiera estado en vigor en 1909 yo no estaría aquí. La mayor parte de los actuales norteamericanos no estarían aquí", lamentó. 

También recordó otras épocas con claroscuros para los migrantes, como el rechazo a los irlandeses en Nueva York, algo que quedó reflejado en su película Gangs of New York, o la época en la que se fijó un cupo de entrada para los italianos porque se consideró que ya había demasiados. A su juicio, lo que sucede es "triste, trágico" pero también algo más, señalando que "el sentimiento de división es muy peligroso y va en contra de la idea básica de lo que es Estados Unidos".

Con su nueva película, Scorsese retoma una nueva historia sobre bandas de gánsteres, el reflejo del mundo en el que creció, el barrio neoyorquino de Queens, donde no todo eran criminales y violencia y también había una familia de inmigrantes italianos de la que recibió cariño y una positiva influencia de un iglesia católica "demasiado exigente" para superar la primera fase del seminario.

"Eso no quiere decir que tampoco se puedan ver las películas en una pantalla grande en casa, yo hago las dos cosas. Pero Dunkerque,  Moonlight o First Man están hechas para verse en público. Tenemos que conseguir que las películas de Netflix se proyecten un tiempo en el cine y después en casa", defendió Scorsese.