Misterio y obsesión de Matthew McConaughey en Serenity
Ahora llega con Serenity (Obsesión) con un relato que no ha gustado a todos. Muchos lo han tachado de anticuado y rebasado para estos tiempos.
El ganador del Oscar Matthew McConaughey interpreta a Baker Dill, un ex combatiente de Irak que vive en una isla y se gana la vida embarcando turistas ricos y ayudándolos a pescar, mientras se obsesiona en seguir la pista de un atún gigante que se le escapó más de una vez.
La narración toma un giro sórdido cuando aparece su ex mujer Karen,interpretada por la también ganadora del Oscar Anne Hathaway, ofreciéndole una importante suma de dinero a cambio de asesinar a su actual esposo, un violento alcohólico. En el medio de todo está Patrick, hijo fruto de la relación entre Baker y Karen, quien también sufre los abusos de su padrastro.
Aquí entra en juego, Frank (Jason Clarke) que es presentado como implacablemente malévolo y sexualmente perverso. Del otro lado de la moral, Baker es intenso y satisfactoriamente erótico, y en una escena su sexualidad parece aliviar los dolores de Karen.
La premisa de la película, así como su narrativa desde el mismo inicio, es incierta, comienza como algo parecido a un thriller, pero desde el mismo inicio hay algo que ronda que le da un aire de extrañeza al relato, por lo que se intuye desde entones que algo inesperado sucederá, ya que los personajes están construidos a base de puro estereotipo.
A partir de ahí, comienza a mutar en una especie de drama familiar. En cuanto a las interpretaciones, un McConaughey atormentado por su pasado y obsesionado por la pesca, está impecable de nuevo. La película gira totalmente entorno a él.
Pocas son las escenas en las que su personaje no aparece. Anne Hathaway de nuevo hace brillar su fantástica química con Matthew. El resto: Diane Lane, Jason Clarke, Djimon Hounsou y Jeremy Strong, están de adorno pero cumplen su función. Son secundarios de lujo.
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