Un Mundo Normal tiene entre sus muchas virtudes a Ernesto Alterio. (Foto: Tornasol Films)

Un mundo normal, los mejores tintes surrealistas de Ernesto Alterio

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El director de cine Achero Mañas regresa a la gran pantalla diez años después de su última película. Tras Noviembre o El Bola, ahora aterriza con Un mundo normal, una comedia dramática o un drama cómic con toques de road movie y con una historia muy peculiar. 

La historia se centra en Ernesto (Ernesto Alterio), un director de teatro excéntrico e inconformista, recibe la noticia de la muerte de su madre. Camino al cementerio roba el ataúd para tirar el cadáver al océano como era su deseo.

Su hija (Gala Amyach), cansada de sus locuras, le acompaña con la intención de hacerle cambiar de idea. En el viaje descubrirá que su padre no es ningún loco y que uno debe ser fiel a sí mismo aunque esto, a veces, suponga ir en contra de la opinión de la mayoría.

“Interpreto a un director de teatro, un hombre muy apasionado con convicciones muy profundas sobre lo que hace y cómo lo hace y una postura ética frente a su oficio y a su trabajo. Es un personaje muy atractivo. El reto tiene que ver con hacer empático un tipo que puede llegar a resultar incómodo”, explicó Ernesto Alterio

Una reflexión sobre el amor, el dolor, la pérdida, el crecimiento, la búsqueda de uno mismo y la familia, construida como un enorme homenaje a la propia madre del director y guionista. También ayuda mucho tener a Ernesto Alterio en el reparto. El actor, que lleva una racha excelente la verdad, lidera el reparto con esa mezcla de niño grande y adulto encerrado. 

Es otra película en la que Achero Mañas trata a personajes que se diferencian mucho de lo socialmente común pero se ven obligados a hacer lo ordinario para sobrevivir. Un filme donde algunos ven la vida pasar y otros están en medio de una metamorfosis, una catarsis o la aceptación de su propia personalidad.




 
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