Netflix veta a Rusia y sus producciones locales. (Foto: Envato)

Netflix se contagia de Cannes: veta Anna K, Zato y Nothing Special

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Desde que diera comienzo la invasión de Ucrania se llevaron a cabo diferentes bloqueos de grandes tecnológicas y empresa de entretenimiento a Rusia. Estas compañías no dejarán que Rusia siga presente en sus países, al igual que no dejarán que Putin haga negocios en sus países. 

La relación de Netflix con Rusia ya se volvió problemática a finales de 2021. El Gobierno de Putin quiso obligar a la plataforma a emitir canales propios dentro de su programación, algunos de ellos con contenido o publicidad política. La tensión se mantuvo hasta que comenzó la guerra en Ucrania, momento en el que Netflix suspendió sus servicios y abandonó el país.

Netflix llevaba solo un año en Rusia. La salida del negocio también provocó que se paralizaran los rodajes que se estaban llevando a cabo en el país. En concreto son cuatro las producciones que se han paralizado en la agenda de Netflix

Entre las producciones, destacaba la segunda serie por Netflix Rusia, Anna K, una adaptación de la Anna Karenina de León Tolstói, ambientada en los años 90. El rodaje estaba terminado, y se pueden  encontrar los capítulos aún programados en el catálogo de España.

También una serie de nombre Nothing Special, una dramedia tierna sobre un joven actor que trabaja como voluntario en una ONG dedicada a ayudar a personas con discapacidad (según Netflix, la producción estaría completada).

También habla de Zato, un thriller policial dirigido por Darya Zhuk, cuyo rodaje queda a medias tras el boicot, y otro proyecto aún sin título que también tuvo que cancelarse. La decisión de Netflix se centra en un conflicto que la plataforma tuvo a principios de esta semana con el gobierno ruso. 
  
Los responsables explican que Netflix se negaba a cumplir con una ley rusa que exige que el streamer transmita contenidos de propaganda estatal. Según Variety, la compañía aún está evaluando el impacto de los eventos actuales.

El boicot del cine en Rusia se puede explicar en pocas palabras. La gran arma en Occidente han sido los grandes estrenos internacionales. Los grandes estudios han decidido cancelar sus greatest hits de taquilla con estreno programado en Rusia. 

The Batman, sin ir más lejos, debía estrenarse este viernes pero finalmente Warner decretó que no verá la luz en carteleras rusas. Las compañías, la gran mayoría estadounidenses, alegan que sus acciones vienen motivadas con fines humanitarios y de defensa de los derechos humanos.

A los estudios también se le suman los festivales de clase A europeos, que decretaron uno tras otro su apoyo a Ucrania. Primero fue Berlín, quien emitió un comunicado dando apoyo al bando ucraniano, después vino el Festival de Cannes, que canceló todos los estrenos rusos de sus competiciones... 

La Biennale de cine de Venecia también decidió cerrar  su pabellón ruso, y los festivales de Glasgow, el Series Mania y el MipTV, algunos de los más importantes de la industria, han prohibido ya cualquier película rusa en su programa.
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