Nueve cartas a Berta, legado de libertad de Basilio Martín Patino
Basilio Martín Patino (nacido en Lumbrales, Salamanca, en 1930), fue miembro destacado de la llamada generación del cine de autor. Falleció en Madrid en segundo golpe de dolor al cine español tras la muerte de Terele Pávez.
Basilio Martín Patino, un rebelde contra la censura del franquismo, aportó un lenguaje y una técnica narrativa totalmente innovadores en su época. Entre sus obras maestras, Nueve cartas a Berta, Queridísimos verdugos, Caudillo y Canciones para después de una guerra.
Basilio Martin Patino se formó en la Escuela Oficial de Cine de Madrid. Luego fue profesor. Allí conoció a Mario Camus y Carlos Saura. Era su verdadera casa.
Su primer guión cinematográfico, Amanecida, obtuvo el Premio Nacional de Guiones para TVE en 1961. Debutó con el largometraje Nueve cartas a Berta en 1965, uno de los títulos emblemáticos en la historia del cine español. Recibió la Concha de Plata del Festival de San Sebastián.
De su filmografía destaca la trilogía que no pudo estrenar en España hasta la muerte del general Franco: Canciones para después de una guerra (1971), Queridísimos verdugos (1973), premiada en el Festival de Taormina, y Caudillo (1974), que obtuvo el Gran Premio del Festival de Figueira-Dafoz.
El documental Libre te quiero, estrenado en la Seminci de Valladolid en 2012, reflejó el Movimiento del 15-M. Fue la última obra de su pulso narrativo, y su sed de ser testigo rompiendo siempre todos los moldes,
Como estudiante de Filosofía y Letras fundó, con Joaquín Prada, el cine club universitario, germen de la importante revista Cinema Universitario y foro de las primeras Conversaciones Cinematográficas de Salamanca, que tuvieron influencia decisiva en la evolución del cine español de posguerra.
Después vieron la luz Del amor y otras soledades (1968) y, a comienzos de los años setenta, su productora, La Linterna Mágica.
Asimismo, Los paraísos perdidos (1985); Madrid (1987), distinguida con los Grandes Premios italianos al Cine de Autor de Bérgamo y San Remo, además del mismo reconocimiento en Troia (Portugal); y Octavia (2002), mejor película del Tiburon International Film Festival de Estados Unidos.
Medalla de Oro de la Academia Española de Cine. La organización de la Semana Internacional de Cine de Valladolid ha expresado su pésame por el fallecimiento del autor, que estaba muy ligado al certamen. Ejemplo de cineasta libre y rebelde. Al margen de la industria cultural y los éxitos comerciales, siguió siempre su propia senda de libertad.
Basilio Martín Patino, un rebelde contra la censura del franquismo, aportó un lenguaje y una técnica narrativa totalmente innovadores en su época. Entre sus obras maestras, Nueve cartas a Berta, Queridísimos verdugos, Caudillo y Canciones para después de una guerra.
Basilio Martin Patino se formó en la Escuela Oficial de Cine de Madrid. Luego fue profesor. Allí conoció a Mario Camus y Carlos Saura. Era su verdadera casa.
Su primer guión cinematográfico, Amanecida, obtuvo el Premio Nacional de Guiones para TVE en 1961. Debutó con el largometraje Nueve cartas a Berta en 1965, uno de los títulos emblemáticos en la historia del cine español. Recibió la Concha de Plata del Festival de San Sebastián.
De su filmografía destaca la trilogía que no pudo estrenar en España hasta la muerte del general Franco: Canciones para después de una guerra (1971), Queridísimos verdugos (1973), premiada en el Festival de Taormina, y Caudillo (1974), que obtuvo el Gran Premio del Festival de Figueira-Dafoz.
El documental Libre te quiero, estrenado en la Seminci de Valladolid en 2012, reflejó el Movimiento del 15-M. Fue la última obra de su pulso narrativo, y su sed de ser testigo rompiendo siempre todos los moldes,
Como estudiante de Filosofía y Letras fundó, con Joaquín Prada, el cine club universitario, germen de la importante revista Cinema Universitario y foro de las primeras Conversaciones Cinematográficas de Salamanca, que tuvieron influencia decisiva en la evolución del cine español de posguerra.
Después vieron la luz Del amor y otras soledades (1968) y, a comienzos de los años setenta, su productora, La Linterna Mágica.
Asimismo, Los paraísos perdidos (1985); Madrid (1987), distinguida con los Grandes Premios italianos al Cine de Autor de Bérgamo y San Remo, además del mismo reconocimiento en Troia (Portugal); y Octavia (2002), mejor película del Tiburon International Film Festival de Estados Unidos.
Medalla de Oro de la Academia Española de Cine. La organización de la Semana Internacional de Cine de Valladolid ha expresado su pésame por el fallecimiento del autor, que estaba muy ligado al certamen. Ejemplo de cineasta libre y rebelde. Al margen de la industria cultural y los éxitos comerciales, siguió siempre su propia senda de libertad.
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