Olvido Hormigos, Rafi Camino y Sofía Cristo en Ven a cenar conmigo

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A partir de este lunes, 8 de octubre, en prime time, comienza una nueva etapa en la guerra de los fogones en Cuatro. Una política, un torero, una modelo, una DJ y Olfo Bosé. ¿Qué puede salir mal? Pues si nos adentramos en el terreno de la cocina, prácticamente todo. Y es que las cinco nuevas celebrities que competirán en la quinta edición de Ven a cenar conmigo, Gourmet Edition no se caracterizan precisamente por ser unos grandes chefs. ¿O sí?

Olvido Hormigos, Olfo Bosé, Raquel Revuelta, Rafi Camino y Sofía Cristo son los VIPS que lucharán por llevarse los 3.000 euros de premio destinados no solo al mejor cocinero, sino también al mejor anfitrión. Una buena fiesta poscena, una tematización exclusiva para la velada, un menú de alta sofisticación… todo vale por sumar puntos y afinidades y contentar a los exquisitos y exigentes compañeros de batalla.

Raquel Revuelta
“A pesar de ganar Miss España, en cuestión de belleza soy un poco descuidada y pasota”. 

Modelo, empresaria, presentadora de televisión y una de las mujeres más imitadas de España, Raquel Revuelta está acostumbrada a que la miren, aunque no necesariamente cuando se encuentra cocinando. Habrá que ver si los nervios se le escapan entre elaboración y elaboración o si maneja la actitud ante las cámaras con y sin mandil puesto.

A esta sevillana la corona de Miss España le dio un giro en su vida aunque, contra todo pronóstico, dice ser “muy descuidada y pasota con el tema de la belleza”. Emprendedora como ninguna, creó su propia empresa hace 25 años y hoy sigue en marcha con éxito. Raquel llegará a Ven a cenar conmigo con el ánimo por las nubes y con ganas de sacar lo mejor de cada uno de sus compañeros, aunque algún que otro pajarito en salsa le amargará cierta velada. Quizás en su cena sólo ofrezca hojas verdes y verduras sin cuerpo ni alma…

Rafi Camino
“Si te llevas bien con los animales, te llevas bien conmigo”

Ex torero, ex seductor y ahora quizás también gran cocinero, Rafi sabe muy dónde está y dónde quiere estar. “Soy de campo, de pueblo, estoy con mi gente ahí feliz. Me cuesta ir a la ciudad”. Aunque a la ciudad va a tener que ir si quiere visitar a cuatro VIPs de categoría para intentar agasajarlos con su propuesta gastronómica.

Rafi se dedica en cuerpo y alma a cuidar de sus animales. Asegura que lo lleva en la sangre, porque para él “si te llevas bien con los animales, te llevas bien conmigo”, una afirmación que chocará frontalmente con la concepción del trato animal que tienen los antitaurinos sentados a su mesa. Menos mal que los pucheros todo lo apaciguan.

La cocina de Rafi es bastante sencilla y tradicional, “muy de campo”, en la línea del gran chef Victor Janeiro. Con ella intentará deleitar a paladares de todo gusto y condición. De apetito voraz, no va a ser difícil sorprender a Rafi, pues no faltará menú del que no extraiga un piropo. Puro deleite ante la comida, sí señor.   

Olvido Hormigos
“Ahora me dedico a escribir novela erótica”

Pocas cosas le faltan por hacer a Olvido Hormigos. Además de labrarse una carrera política, se ha tirado a la piscina desde elevadísimos trampolines, ha tenido sección propia en Sálvame y se ha pasado un verano completo de campamento televisado. Ahora se dedica a la novela erótica, una muestra más de su polifacetismo.

La concejala más célebre de la pequeña pantalla es una mujer de armas tomar que también sabe sacar tiempo a su ajetreada vida para deleitar a cuatro invitados de postín. Claro que una cosa es la intención y otra la realidad. “Yo solo pido tener como invitados en casa a gente con buen humor”. Veremos cuánto le dura la risa a la de Los Yébenes.

Olvido está convencida de que la imagen que tiene “no se corresponde con la realidad” y que son pocos los que verdaderamente la conocen. Quizás después de su estilosísima manera de cocinar, el público conozca a una mujer “más de su casa”. Eso sí, lo de la sensualidad que no se quede lejos: para ella “un buen anfitrión tiene que ser sexy”. La interpretación de sus palabras dará lugar a las más variopintas opiniones al respecto. 

Olfo Bosé
“Valoro lo que como por el carácter y la personalidad que me transmite”

De conocidísima casta, los Bosé Dominguín de toda la vida, Olfo es la voz polémica y discordante de la familia. ¿Lo será también también entre fogones o con sus nuevos invitados se portará como un corderito? Hijo, hermano y sobrino de artistas con mayúscula, en los últimos tiempos Olfo ha sentido una especial atracción por los platós -los de televisión- y no por los platos -los de cocina.

¿Su capacidad para ser el perejil de todas las salsas se traducirá en una maña especial para con las guarniciones? Él asegura estar “preparado para cualquier versión de expresión artística”¸ una afirmación que suena más a advertencia por los platos que cocinará…

Intenso en todas sus facetas de la vida, Olfo se considera un privilegiado porque “cualquier cosa que me planteo hacer, lo consigo”. Veremos si entre sus objetivos también está ganar. Lo que tiene claro es que valorará lo que coma “según me esté transmitiendo su carácter, su personalidad”. Sea la que sea. 

Sofía Cristo
“El optimismo es la mejor manera de conseguir que las cosas salgan bien”

De casta le viene al galgo. O al león, como se quiera mirar. Sofía Cristo, DJ y retoño de Bárbara Rey y Ángel Cristo, es todo un terremoto. De fuerte carácter, la música es su motor de vida “y una de mis pasiones desde que era muy pequeñita”. Sofía está orgullosa de venir de una saga de artistas, pero guarda un secreto verdaderamente oculto: “Todo el mundo cree que soy un desastre en la cocina pero en realidad soy la caña”.

Sofía es una mujer tolerante e intolerante a partes iguales: “No voy a comer pan, no puedo comer almendras, no pienso comer aguacates…”. Tampoco le gusta el alcohol, por lo que más le vale a sus invitados no cocinar con vino ni con licores, porque se van a topar con una gata de las que pueden terminar arañando. Para Sofía ser un buen anfitrión es tener “buena voluntad y mucho amor”. Más de uno diría que también vendría bien saber cocinar un poquito.
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