La Peste, la epidemia de Movistar que diezmó a Sevilla

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Sevilla. Siglo XVI. La ciudad andaluza se ha convertido en centro neurálgico del comercio europeo. Una puerta de salida hacia el Nuevo Mundo en la que confluyen miles de personas de todo tipo y condición. Nobles, plebeyos, esclavos, ladrones, prostitutas, clérigos, huérfanos, comerciantes, judíos, cristianos… 

Se trata de un auténtico caleidoscopio de personajes, más de 190, en el que se cuela un asesino con un macabro ritual cuya identidad ha de ser descubierta por los dos protagonistas de La Peste, Mateo (Pablo Molinero) y Valerio (Sergio Castellanos). 

Movistar se vistió de gala para anunciar la llegada de La Peste, una miniserie de seis episodios dirigida por Alberto Rodríguez  que se ha convertido en una de las ficciones más caras de la televisión española, con un presupuesto de diez millones de euros, los mismos que costó La Zona (también de Movistar).

Alberto Rodríguez fantaseaba con la idea de pasear por la Sevilla del siglo XVI y así surgió La Peste. Una época dorada para la ciudad hispalense llena de claroscuros que han sido puestos al servicio de una trama de suspense orquestada en torno a un asesinato especialmente diabólico.

Porque aunque la época en la que transcurre es de suma importancia, La Peste no deja de ser un thriller con una ambientación remarcable. Como ocurre en todos los proyectos del director de La isla mínima y El hombre de las mil caras.

Esta vez Rodríguez (quien dirige los seis episodios de 50 minutos de los que se compone la primera temporada) no ha podido participar tanto en la escritura del guion como en anteriores trabajos. Sin embargo, el ganador de dos premios Goya ha contado con la colaboración de Rafael Cobos, con el que ha trabajado y compartido reconocimientos en ocasiones anteriores.

La ambientación y la historia de la ciudad serán, sin duda, uno de los aspectos que más sorprendan al espectador además de contribuir activamente a crear ese clima de tensión y suspense que envuelve La Peste. Eso sí, Alberto Rodríguez ha avisado que se han tomado ciertas licencias históricas para hacer encajar la trama.

"Tenía una idea vaga de lo que era la ciudad entonces. Cuando te enfrentas a la documentación te quedas completamente alucinado de la cantidad de errores que tenías y de que la historia es mucho más rica de lo que parece en principio. Era una ciudad fascinante”, explicó Rodríguez.



 
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