Piedad y terror en Picasso: el camino a Guernica del Museo Reina Sofía

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Piedad y terror en Picasso es el título de la muestra con la que el Museo Reina Sofía de Madrid celebra los 80 años del Guernica de Picasso. También se centra en la celebración de la llegada de la obra al museo. Así muestra una cuidada selección de casi 180 de sus obras procedentes de treinta museos de todo el mundo.

Se trata de una exposición que narra el camino creativo y la “metamorfosis” que sufrió Picasso a finales de los años 20 y que le llevó a construir en 1937 el Guernica por encargo del Gobierno de la segunda República, para el pabellón de la Expo de París, un mural en blanco y negro que se ha convertido en el grito antibelicista más famoso del siglo XX. 

Se trata de una obra en la que Picasso deja “su inicial optimismo” y donde refleja el terror del siglo XX, con una realidad marcada por la guerra, el nazismo, la Segunda Guerra Mundial, la Guerra Civil, el miedo y la muerte”.

Es por ello su nombre, subrayó el director del Museo Reina Sofía, Manuel Borja-Villel, durante la presentación de la exposición, que seguramente será la más importante del año por sus dimensiones y simbolismo.

Borja-Villel estuvo acompañado por los comisarios de la exposición, Timothy J. Clark y Anne M. Wagner, historiadores de arte y profesores eméritos de la Universidad de Berkeley, de Estados Unidos, y por la jefa del área de colecciones del Museo, Charo Peiró.

Clark
señaló la “dificultad” que conllevaba el proyecto de esta muestra por la necesidad de contemplar estas obras presentadas y la excepcionalidad de poder reunirlas, como Las tres bailarinas (1925), de la Tate de Londres.

“El contexto político no está tan presente como se podía esperar, pero muchos ya han analizado este contexto y eso no va a desaparecer, pero ese no era nuestro papel. Hemos preferido acercarnos a Picasso como persona”, aseguró, que también destacó la crisis sufrida por el pintor a finales de los años 20.

Anne M. Wagner destacó los dibujos de Picasso en blanco y negro y en color, en los que aborda la muerte de inocentes, hasta llegar al Guernica. “Estudia a las mujeres de una manera diferente. Hay una transformación de su pensamiento. Dibuja a las madres sufridoras y las dibuja incluso como un arma, sus pechos dejan de ser parte del alimento para ser armas”, argumentó.

“No hay hombres y esa es la razón por la que el cuadro ha atraído de forma poderosa al público en el siglo XX y ha comunicado tanto. Hizo una obra de sufrimiento de madres, niños y animales”, matizó.

La exposición reúne una cuidada selección de cerca de 180 obras procedentes tanto de los fondos del Reina Sofía y de diversas colecciones privadas, como de más de treinta instituciones de todo el mundo, como el Musée Picasso y el Centre Georges Pompidou, de París; la Tate Modern, de Londres, o el MoMA y el Metropolitan Museum, de Nueva York.