Cuánto tiempo podemos estar sin dormir sin que tengamos problemas de salud
Un reciente estudio de la Sociedad Española de Neurología revela que en España, más de 12 millones de personas no descansan adecuadamente y más de 4 millones sufren algún tipo de trastorno del sueño crónico y grave.
El sueño desempeña un papel fundamental en el mantenimiento de una buena salud y en el funcionamiento diario. La cantidad de tiempo que una persona puede pasar sin dormir sin poner en riesgo su salud varía según factores individuales y circunstancias específicas.
En términos generales, se considera que la falta de sueño prolongada puede tener efectos negativos significativos en la salud.
La Sociedad Española de Neurología también estima que aproximadamente el 48% de los adultos en España y el 25% de los niños no experimentan un sueño de calidad. Además, al menos el 50% de la población tiene dificultades para conciliar el sueño, y un 32% se despierta sintiéndose no completamente descansado.
Pasadas alrededor de 24 horas sin dormir, muchas personas comienzan a experimentar efectos como falta de concentración, dificultad para tomar decisiones, irritabilidad y somnolencia. A medida que se prolonga el período sin sueño, los efectos negativos pueden agravarse, afectando negativamente la función cognitiva, la memoria, el estado de ánimo, el sistema inmunológico y la salud en general.
Después de varios días sin dormir, pueden surgir problemas más graves, como alucinaciones, delirios, trastornos cardiovasculares y problemas de salud mental. En casos extremos, la privación prolongada del sueño puede llevar a la muerte.
La privación del sueño también se relaciona con alteraciones del estado de ánimo, como ansiedad, depresión y una mayor susceptibilidad emocional. Las personas que no duermen lo suficiente pueden experimentar cambios abruptos en su estado de ánimo y dificultades para lidiar con el estrés.
Según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU., se recomienda que los adultos de entre 18 y 60 años duerman al menos 7 horas o más. Para las personas de 61 a 64 años, la recomendación es de 7 a 9 horas.
En el caso de los niños, se establece que deben dormir al menos 9 horas, con un aumento en la necesidad de sueño desde la infancia hasta la adolescencia.
Es fundamental tener en cuenta que el sueño es esencial para el funcionamiento adecuado del cuerpo y el cerebro, y no se debe intentar prolongar intencionalmente la privación del sueño.
El sueño desempeña un papel fundamental en el mantenimiento de una buena salud y en el funcionamiento diario. La cantidad de tiempo que una persona puede pasar sin dormir sin poner en riesgo su salud varía según factores individuales y circunstancias específicas.
En términos generales, se considera que la falta de sueño prolongada puede tener efectos negativos significativos en la salud.
La Sociedad Española de Neurología también estima que aproximadamente el 48% de los adultos en España y el 25% de los niños no experimentan un sueño de calidad. Además, al menos el 50% de la población tiene dificultades para conciliar el sueño, y un 32% se despierta sintiéndose no completamente descansado.
Pasadas alrededor de 24 horas sin dormir, muchas personas comienzan a experimentar efectos como falta de concentración, dificultad para tomar decisiones, irritabilidad y somnolencia. A medida que se prolonga el período sin sueño, los efectos negativos pueden agravarse, afectando negativamente la función cognitiva, la memoria, el estado de ánimo, el sistema inmunológico y la salud en general.
Después de varios días sin dormir, pueden surgir problemas más graves, como alucinaciones, delirios, trastornos cardiovasculares y problemas de salud mental. En casos extremos, la privación prolongada del sueño puede llevar a la muerte.
La privación del sueño también se relaciona con alteraciones del estado de ánimo, como ansiedad, depresión y una mayor susceptibilidad emocional. Las personas que no duermen lo suficiente pueden experimentar cambios abruptos en su estado de ánimo y dificultades para lidiar con el estrés.
Según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU., se recomienda que los adultos de entre 18 y 60 años duerman al menos 7 horas o más. Para las personas de 61 a 64 años, la recomendación es de 7 a 9 horas.
En el caso de los niños, se establece que deben dormir al menos 9 horas, con un aumento en la necesidad de sueño desde la infancia hasta la adolescencia.
Es fundamental tener en cuenta que el sueño es esencial para el funcionamiento adecuado del cuerpo y el cerebro, y no se debe intentar prolongar intencionalmente la privación del sueño.
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