La Justicia determina como válido el testamento de Aretha Franklin. (Foto: YouTube)

El testamento de Aretha Franklin que se escondía debajo de un sofá

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Han transcurrido casi cinco años desde el fallecimiento de Aretha Franklin, la legendaria reina del soul, reconocida por su poderosa voz y una carrera artística talentosa y admirada en todo el mundo.

Sin embargo, durante este tiempo ha habido dudas sobre su legado, ya que la cantante, a pesar de su reconocimiento y una fortuna estimada en 80 millones de dólares (unos 72 millones de euros), nunca formalizó la distribución de su herencia.

No es que no haya dejado testamento, sino que no lo formalizó adecuadamente. Después de su muerte, se encontraron hasta tres supuestos testamentos diferentes. Tras cinco años de batallas legales y dos días de juicio, los tribunales han determinado en tan solo una hora de deliberación que el documento fechado en 2014, hallado debajo de los cojines de un sofá y que consta de cuatro páginas, es el válido, rechazando así otro testamento de 2010.

Aretha Franklin tuvo cuatro hijos de al menos tres relaciones diferentes. Tras su muerte y debido al dinero en juego, los hijos se encontraban enfrentados. Los dos hijos varones, Edward (de 66 años) y Kecalf (de 53), han sido los vencedores en esta disputa y han luchado para que se reconozca como válido este testamento de 2014.

Dicho documento fue descubierto escrito en un cuaderno de espiral bajo unos cojines en su casa en las afueras de Detroit. En ninguno de los dos testamentos se especificaban los derechos ni los objetos de los herederos.

Tanto el documento de 2010, que en realidad son dos y fueron encontrados en un armario bajo llave, como el de 2014, no son formales. Están escritos a mano, con tachaduras, notas al margen y en ocasiones palabras incomprensibles.

La cantante falleció en 2018 y casi un año después, estos documentos aparecieron repentinamente, supuestamente encontrados por uno de sus sobrinos mientras buscaba discos en su casa. Ninguno de los testamentos estaba firmado por testigos o notario.

Existen diferencias entre las dos versiones de los escritos, pero en ambos casos sus cuatro hijos heredarían su dinero y los derechos generados por su música. Sin embargo, los hijos no lograron ponerse de acuerdo y Edward y Kecalf decidieron impugnar los testamentos acudiendo a los tribunales.

El testamento de 2010, según se ha conocido, obligaba a Kecalf y Edward a recibir educación empresarial y obtener un certificado o grado para acceder a la herencia, mientras que este requisito no se mencionaba en el testamento de 2014.

En este último documento se establecía que sus tres hijos varones tendrían derecho a recibir por igual los ingresos generados por los derechos de autor de su música. Por otro lado, su hija Clarence padece una enfermedad mental y está bajo tutela, y sus tres hermanos han decidido apoyarla económicamente de manera unánime.

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