Sentimientos hormonales en Lady Bird, el alma curiosa de Saoirse Ronan

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"Una película poco corriente", "un conjunto de trozos vitales y caóticos", "una tierna comedia que capta el enigma adolescente"... son algunas de las críticas que ya ha recogido Lady Bird, película nominada a cinco Premios Oscar, como Mejor película, Mejor Actriz, Mejor Actriz de Reparto, Mejor Director y Mejor Guión Original. 

Lady Bird se despierta cada mañana con la esperanza de poder dejar atrás su vida en los suburbios de Sacramento. Es lista, tiene carácter y sabe que puede conseguir lo que se proponga. Pero también es joven y soñadora, a veces demasiado.

Esta es la razón por la que siempre acaba discutiendo con su madre. A pesar de esto, Lady Bird no cesa en sus propósitos. Acompañada por su amiga Julie, disfruta del último año de instituto con amores, miedos e ilusiones, pensando en lo maravillosa que será su vida en la universidad.

En su debut como directora y guionista, Greta Gerwig presenta una historia con la que muchos jóvenes se sentirán identificados. Ambientada en 2002, en Lady Bird aparece un retrato realista de la generación millenial y de todos aquellos que luchan por encontrar su lugar en un momento en el que la crisis ha acabado con muchos sueños y las ilusiones.

Saoirse Ronan da vida a Lady Bird y ofrece una interpretación cargada de sinceridad y emotividad que consigue llevarnos a ese momento entre dulce y amargo del final de la adolescencia. La acompañan Beanie Feldstein en el papel de Julie y Lucas Hedges y Timothée Chalamet como Danny y Kyle, los dos intereses amorosos de Christine.

El contrapunto  viene dado por los adultos, que ponen la voz de la razón, pero también son inseguros y vulnerables. Ese equilibrio entre inseguridad y madurez queda perfectamente plasmado en la madre de Lady Bird, interpretada magistralmente por Laurie Metcalf.

La fuerza dramática con algunos tintes de comedia del guion es la clave de esta producción. El otro punto importante son los personajes. En cada uno de ellos se puede ver un reflejo de un momento vital, un perfecto mapa de las emociones humanas.
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