Síndrome de las piernas inquietas, las molestias desesperantes en el embarazo. (Foto: Envato)

El síndrome que desespera a las embarazadas y tiene que ver con sus piernas

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Se calcula que entre el 5-10% de la población mundial padece el Síndrome de Piernas Inquietas o Enfermedad de Willis-Ekbom (SPI-EWE), un trastorno de origen neurológico que se acompaña de molestias en las extremidades, y que a pesar de ser poco conocido genera un impacto muy negativo en la calidad de vida de los pacientes.

Durante el embarazo es una de las molestias que más genera malestar entre las embarazadas, especialmente en el tercer trimestre, llegando a afectar hasta un 27% de las embarazadas y mermando notablemente su calidad de sueño.

Se trata de un trastorno que afecta al sistema nervioso central (cerebro y médula espinal) que provoca síntomas de tipo sensitivo y motor en las extremidades (sobre todo en las inferiores), y en muchos casos también alteración significativa de la calidad del sueño.



Los pacientes llegan a experimentar una necesidad imperiosa de mover las piernas, generalmente acompañada o causada por sensaciones internas, molestas o desagradables. Estas sensaciones empiezan o empeoran en situaciones de reposo o inactividad, y especialmente durante el sueño.

Pese a que no hay cura, los expertos recomiendan una serie de pautas para sobrellevar la enfermedad lo mejor posible. En este caso, destacan que es importante mantener horarios regulares de sueño, es decir, acostarse y levantarse a la misma hora. También exitar el consumo de sustancias con cafeína. 

También se deben realizar ejercicios suaves así como estiramientos o relajación en la que se incluyan masajes suaves en las piernas. Asimismo, recomiendan evitar ciertos fármacos que pueden llegar a empeorar los síntomas. Los expertos también hablan de la importancia de ocupar la mente, es decir, si se mantiene la cabeza activar, los síntomas disminuyen.

En último lugar, pero no por ello más importante, es importante comenzar el día y acabar con estiramientos. Las terapias complementarias pueden ayudar física y emocionalmente con el síndrome de las piernas inquietas. Tales como el yoga, el tai chi, la musicoterapia y la acupuntura. 
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