Tormento de Casey Affleck en la desgarradora melancolía de Kenneth Lonergan
El drama de un hombre marcado por la perdida y la tragedia, intentando sobrellevar la vida entre recuerdos de culpa y trámites funerarios. Aunque pareciera centrarse en un tema de cómo sobreponerse ante la adversidad, sin embargo Manchester frente al mar muestra que unir algo roto es difícil o a veces imposible.
El personaje principal es Lee, un fantasma de la sociedad. Existe sin existir, rechaza todo sobre la vida social. No la quiere, no es para él. Un tipo callado y dolido. Un tipo que ante la muerte de su hermano solamente muestra un doloroso silencio que se ve en su cara.
Casey Affleck se luce en este personaje. Su actuación fue recompensada con un Globo de Oro. Affleck está brillante en los momentos más tristes. Cuando está decaído, el espectador cae con él. Sabe el por qué y lo entiende.
Lee podría ser cualquier persona, cualquiera que sufra un trauma y simplemente no pueda más, y quiera desaparecer, quiera irse, quiere esfumarse. Affleck hace creíble su personaje. Lo exprime en la actuación de su vida.
Patrick, un adolecente que toma el camino opuesto a Lee. Socializa, busca consuelo en todos lados sin pedirlo de manera melancólica. Lo opuesto. Como complemento a la historia aparece Randi. El pesonaje aparece poco tiempo en pantalla. Sin embargo, este papel l ha valido a Michelle Williams para llevarse una nominación al Oscar.
La historia se narra alternando escenas del presente con recuerdos del pasado. En ellas el protagonista los evoca al enterarse de la ya esperada muerte de un familiar. Saca del baúl su triste pasado dando a conocer paulatinamente detalles sobre su vida y los que lo rodean.
Las noches solitarias frente al televisor y la comida recalentada al microondas son los particulares símbolos del silencio. Los protagonistas tendrán que luchar contra él lo que les llevará a estallar por todo. Buscando el consuelo en otros lugares que no sean el hogar que de repente se han visto obligados a compartir.
Casey Affleck brinda una actuación de mucha credibilidad, al interpretar un personaje melancólico y despojado de esperanza, que pareciera haber perdido las ganas incluso de llorar. Un papel muy acercado para un actor que no brilla demasiado en su intensidad sino en los pequeños matices.
- Ver también, Diego Luna, en el jurado de la Berlinale y protagonista de Scarface (Hechos de Hoy)
El personaje principal es Lee, un fantasma de la sociedad. Existe sin existir, rechaza todo sobre la vida social. No la quiere, no es para él. Un tipo callado y dolido. Un tipo que ante la muerte de su hermano solamente muestra un doloroso silencio que se ve en su cara.
Casey Affleck se luce en este personaje. Su actuación fue recompensada con un Globo de Oro. Affleck está brillante en los momentos más tristes. Cuando está decaído, el espectador cae con él. Sabe el por qué y lo entiende.
Lee podría ser cualquier persona, cualquiera que sufra un trauma y simplemente no pueda más, y quiera desaparecer, quiera irse, quiere esfumarse. Affleck hace creíble su personaje. Lo exprime en la actuación de su vida.
Patrick, un adolecente que toma el camino opuesto a Lee. Socializa, busca consuelo en todos lados sin pedirlo de manera melancólica. Lo opuesto. Como complemento a la historia aparece Randi. El pesonaje aparece poco tiempo en pantalla. Sin embargo, este papel l ha valido a Michelle Williams para llevarse una nominación al Oscar.
La historia se narra alternando escenas del presente con recuerdos del pasado. En ellas el protagonista los evoca al enterarse de la ya esperada muerte de un familiar. Saca del baúl su triste pasado dando a conocer paulatinamente detalles sobre su vida y los que lo rodean.
Las noches solitarias frente al televisor y la comida recalentada al microondas son los particulares símbolos del silencio. Los protagonistas tendrán que luchar contra él lo que les llevará a estallar por todo. Buscando el consuelo en otros lugares que no sean el hogar que de repente se han visto obligados a compartir.
Casey Affleck brinda una actuación de mucha credibilidad, al interpretar un personaje melancólico y despojado de esperanza, que pareciera haber perdido las ganas incluso de llorar. Un papel muy acercado para un actor que no brilla demasiado en su intensidad sino en los pequeños matices.
- Ver también, Diego Luna, en el jurado de la Berlinale y protagonista de Scarface (Hechos de Hoy)
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