Embarazo y viajar, las precauciones para disfrutar en vacaciones. (Foto: Envato)

Vacaciones y embarazo, consejos básicos para poder viajar sin problemas

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Muchas mujeres embarazadas tienen miedo a la hora de viajar, pero desde el principio hay que tenerlo claro: viajar y esta embarazada no son incompatibles. Esperar un bebé no significa que no se puedan realizar unas vacaciones fuera de casa, simplemente hay que tomar ciertas precauciones.



Cuando el embarazo es de alto riesgo es mejor posponer las vacaciones. Pero si todo va bien, hay que tener en cuenta algunas cosas como el tipo de asistencia sanitaria del lugar al que iremos, el medio de transporte que se va a utilizar, la duración del viaje, si son necesarias vacunas, etc. 

Las recomendaciones principales que publican los expertos establecen que, por regla general, no se debe viajar antes del primer trimestre (antes de la semana 12) y no después del último trimestre (después de la 28. 

En coche es posible conducir si no hay molestias, de lo contrario es mejor ir sentada detrás, y con el cinturón seguridad puesto por debajo del vientre. También hay que tener cuenta que es realmente agotador permanecer muchas horas sentadas por lo que se aconseja parar cada dos horas.

Por el contrario, si s escoge el avión hay que informarse antes de comprar los billetes para saber hasta qué mes de gestación la compañía permite volar en sus aeroplanos. (Por norma general se recomienda no efectuar viajes en avión a partir de las 32 semanas).

Del mismo modo, es recomendable llevar siempre un certificado médico en el que se indique la fecha prevista del parto, y que informe de que es improbable que el parto sea en las siguientes 72 horas del vuelo.

El tren es la mejor manera de desplazarse, no es necesario llevar cinturón, se puede caminar por los pasillos y hay baños a mano. Y por último, no se recomienda viajar en barco, no está prohibido, pero se está lejos de cualquier infraestructura hospitalaria. 

También es importante elegir un destino en el que se asegure na atención sanitaria adecuada. Hay que informarse de los medios y de las coberturas médicas con las que se puede contar en caso de alguna complicación.  También hay que asegurarse de que haya condiciones mínimas de higiene respecto al agua y alimentos. 

Los expertos recomiendan descartar destinos situados a más de 3000 metros de altura. En altitudes elevadas hay menos suministro de oxígeno lo que aumenta el riesgo de complicaciones en la placenta. Es importante que se acuda a regiones que tengan una climatología normal, evitando así cambios extremos. 
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