Zama, el arte de Lucrecia Martel con Daniel Gimenez Cacho

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Tras nueve años sin estrenar, Lucrecia Martel, la directora argentina de mayor respeto tanto a nivel local como internacional presenta su nueva película, Zama. Producida por Pedro Almodóvar, Alejandro Cacetta y Danny Glover, entre otros nombres muy conocidos, finalmente llega a los cines de España. 

Zama sigue la historia de un oficial español llamado Don Diego de Zama que espera su traslado a Buenos Aires desde la ciudad de Asunción en el Siglo XVII. Es un hombre que espera ser reconocido por sus méritos. Pero en los años de espera pierde todo. Decide atrapar un peligroso bandido y recuperar su nombre.

Este es el puntapié con el que arranca la cuarta película de Lucrecia Martel. En esta ocasión, la directora plasma su personal visión sobre la novela de Antonio di Benedetto.

Dividida en tres grandes partes, cada una está marcada por los personajes que acompañan a Zama: en la primera, la más “urbana”, en la que Ventura Prieto (Juan Minujin) y Doña Luciana Piñares de Luenga (Lola Dueñas) la deseada mujer, noble y blanca; en la segunda, el “destierro” a los poblados de indios con un nuevo Gobernador (Daniel Veronese) que no hace otra cosa que aletargar su pedido de traslado; y la tercera y última parte, tal vez la más delirante, la de la misión a la caza del rebelde Vicuña Porto, junto con Hipólito Parrilla (Rafael Spregelburd, el segundo director de teatro).

La novela de Antonio di Benedetto, considerada por varios cineastas imposible de filmar, se vuelve ideal para ojo cinematográfico de Martel, una experta en construir atmósferas densas y cargadas de claustrofobia. 

Hay un trabajo exquisito sobre la temporalidad y el espacio, muy bien trabajados por la directora de La niña santa (2004). En ella comparten escena paredes derruidas, iluminación lúgubre, y un calor asfixiante que se perciben en la pantalla como si el espectador fuera parte del personaje.

Como anécdota cabe recordar que el rodaje de Zama fue accidentado. La directora tuvo que suspender la producción para tratar un cáncer. También pesaron las dificultades geográficas y climáticas de grabar en los suelos pantanosos y húmedos de Formosa, una región tropical en el norte de Argentina.

Zama es una de las grandes favoritas de los Premios Goya de 2018, donde fue nominada como mejor película iberoamericana. El año pasado fue seleccionada para representar Argentina en la 90º edición de lo Oscar, pero al final quedó excluida de la selección final. Sin embargo la película fue aclamada por la crítica en el 74º Festival de Venecia, donde participaba fuera de concurso. 
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